Tienes un enorme potencial que ejercitándolo correctamente te haría vivir de una manera más plena y feliz. Pero hay muchos hábitos de conductas e ideas que has aceptado sobre el mundo y ,en especial, sobre ti mismo/a que te limitan e impide expresarlo y desarrollarlo en tu vida.
Voy hacer referencia a tres de ellos que me parecen importantes y voy a sugerirte algunas ideas para deshacerte de ellos o al menos reducir su influencia:
Índice de contenido
Autovaloración negativa
¿Por qué te sientes poco valioso/a, insuficiente y erróneo/a? Esta idea que tienes de ti se suele crear en la infancia. Tus padres, profesores y el entorno social en general propusieron y, en muchos casos impusieron, unos modelos de conducta (bueno, callado, obediente, buen estudiante, “invisible”) que había que cumplir y unos logros que había que conseguir.
Y tú ,como todos, para tratar de conseguir el amor y la aceptación de los demás trataste de ajustarte a ellos. Si no lo lograbas o veías que había otras personas que ,en comparación, se ajustaban más a esos modelos que tú, te hacían sentir inferior. Así, poco a poco, fuiste perdiendo la confianza y valoración en ti misma/a, en definitiva, disminuyendo tu autoestima.
¿Pero ese modelo es realmente como quieres ser y lo que quieres conseguir?
Es posible que no te hayas puesto a pensar qué es lo que realmente quieres. Has ido adoptando como deseos propios esas ideas que venían del exterior. Es un modelo impuesto desde fuera, algo que se supone al que hay que ajustarse. Y en función de si lo hacías, más o menos, ganabas o perdías valoración de ti misma/o.
Hay que ser esto o aquello para ser valioso/a y ser aceptado/a, según la sociedad, pero como sientes que no lo eras pues entonces llegaste a la conclusión de que no eras valioso/a, de que eras erróneo/a, imperfecto/a, insuficiente e indigno/a de recibir todo el afecto que te gustaría. Así de simple y así de equivocado.
¿Por qué tienes miedo a ir contracorriente y a que no te acepten los demás?
Somos seres sociales y tenemos miedo a que no nos acepten y nos den de lado. En otros tiempos eso era la muerte segura, hoy en día es la muerte social.
Tienes que ser fuerte interiormente para afrontarlo. Pero si sigues dando tanto poder a la opinión de los demás será imposible. Seguirás siendo esclavo/a de los modelos que nos imponen y viviendo algo que no eres y luchando por cosas que no quieres.
¿Qué pasa si eres bueno/a en otras cosas o tienes otros deseos e intereses?
También ocurre que si detectas que tienes ciertas cualidades, pero que la sociedad no las considera como las más valorables pues tampoco lo haces tú. Así que únicamente te fijas en lo que la sociedad quiere, en los valores y cualidades que esta demanda y alaba. Lo que no es visto y apreciado es desechado.
Tú, y la mayoría de nosotros, nos valoramos y juzgamos en función de estas ideas. Así que al aceptar estos modelos impuestos eres tú mismo/a el que no das importancia ni valor a muchas conductas, habilidades y capacidades que desarrollas en tu día a día. Por lo que tu confianza y autoestima caen en picado.
“Ser tú mismo en un mundo que está tratando constantemente de hacerte otra persona es el mayor logro.”
Ralph Waldo Emerson
Estas son algunas ideas para poder modificar este concepto de ti misma/o y ganar confianza:
Enfócate en todo lo positivo que hay en ti.
Estás vivo/a, eso es ya un milagro y lo más valioso que tienes, pero claro lo damos por sentado ¿no? Tienes salud, sabes escuchar, pintar, eres bueno/a aprendiendo idiomas, eres responsable, honesto/a, se te da bien arreglar aparatos y un millón de cosas más.
Haz una lista de todas las cosas positivas que haces a lo largo del día, de todas las competencias que muestras en tus distintas facetas de tu actividad diaria.
Eres capaz de pensar, de escuchar, de sentir compasión, afecto, de reírte de algo, de planificar, de ser afectuoso/a, de mantenerte a salvo (sí esa es una cualidad fundamental pero tampoco la valoramos mucho). Si se busca con paciencia habrá cientos.
Agradece todo lo bueno que tienes en tu vida que seguro que es mucho.
Tu autonomía, tu libertad, la capacidad de decisión, el poder sentir, el poder respirar, el poder disfrutar de un paisaje, de una risa, de ver a tus hijos jugar, de toda la gente que te quiere, de tus amigos. Habrá miles.
Piensa también cómo podría ser tu vida mucho más complicada y menos rica si perdieras cosas que ahora tienes. Sí, no es pesimismo, es apreciación y celebración de lo que tienes.
Valora adecuadamente todas tus capacidades y cualidades que tienes.
Hay que darle valor a todo lo que tienes. No por el hecho de tenerlas y haberte acostumbrado a ellas las pierda de vista. Pues no. Es bueno recordarlo regularmente. Hacer una lista de esas habilidades y felicitarte por ello.
Así también por cada logro que realices. No es necesario haber descubierto una vacuna o haber salvado la vida a alguien. Todo vale. Has llegado en punto al trabajo, has realizado todos las tareas que tenías pendiente, te has acordado de felicitar a alguien por su cumpleaños, has dejado tu asiento en el bus a una persona mayor.
Sí, todo eso cuenta y suma para tener un buen concepto de uno mismo y una buena autoestima, y puede marcar una diferencia aunque no le prestemos mucha atención y sólo te autoflageles por olvidarte de comprar cualquier cosa o haber cometido un pequeño error en el trabajo.
Tomar conciencia de todo lo que admiro en otros porque también forma parte de mí.
Todo aquello que admiras en los demás también está en ti porque si no fuera así no te habrías percatado de ello. Así que si admiras la positividad o alegría de alguien felicítate porque tú también eres eso aunque no lo hayas desarrollado todavía.
Admiras la resistencia y fortaleza de algún amigo pues igual, es también tuyo, aunque creas que eres débil e inconstante. Sólo te falta desarrollarla un poco más en tu vida diaria y vivirlas. Y poner luz en todas esas ideas erróneas que tienes de ti misma/o.
Todo lo que te gustaría ser, ya lo eres.
Si no lo fueras no podrías desearlo ni anhelarlo. El deseo aparece como un impulso de una cualidad que necesita expresarse y desarrollarse. En potencia ya está en ti aunque lo tengas poco desarrollado o no te estés dando cuenta de ello porque la imagen que tienes de ti te lo impida.
Así que ya eres muy valioso tal como eres, sin tener que añadir cosas, ni hacer cambios, ni desarrollar algunas cualidades que tengas en mente. Tal como eres en este preciso momento ya eres digno/a y merecedor/a de ser querido/a y aceptado/a, empezando por tí mismo/a.
¿Qué capacidades y cualidades amarías tener? ¿En qué contexto te gustaría desarrollarlas?
Amplía la idea que tienes de ti.
Sueles identificarte con esa idea que tienes de ti en tu mente formada por una serie de etiquetas que te han ido poniendo los demás y que has dado como ciertas o que tu mismo/a te has colocado y asumido. Y te machacas cuando no te gusta y tratas de protegerla a toda costa y que se vea lo más bonita posible para los demás y que así nos den su aprobación.
Buscamos conseguir triunfos que hagan que esa imagen crezca, pero al fin y al cabo, es únicamente una idea mental. Formada por generalizaciones a través de experiencias, interpretaciones, presunciones, exageraciones y opiniones de los demás.
Pero una vez aceptadas y dadas rango de verdad te vives a través de ella limitando tus conductas, decisiones y sueños. De ahí que ampliar esa imagen a algo mayor que eso aumentará tu valor y posibilidades. Detrás de esa pequeña imagen hay un enorme potencial, una fuente de cualidades que están pendiente de desarrollar y otras que ya se están desarrollando y filtrando a través de tu vida, pero que esa imagen no te deja darte cuenta de ellas.
Como antes comentaba toda esa bondad, inteligencia, amor, felicidad, belleza, compasión, energía, alegría y libertad que ves ahí fuera la pones tú. Están dentro de ti, el exterior únicamente las estimula para que salgan, pero ya son parte de ti. Así que dime ahora si no eres alguien realmente valioso/a y especial. Yo no tengo ninguna duda de ello.
Imagina cómo sería tu vida si tuvieras la certeza de que ya eres todo lo que te gustaría ser y vivieras todas las cualidades que admiras en los demás. ¿Qué proyectos/actividades emprenderías que no lo haces por falta de confianza en ti mismo/a?
“Porque si uno cree en sí mismo, no intenta convencer a los demás. Porque si uno está contento consigo mismo, no necesita la aprobación de los demás. Porque si uno se acepta a sí mismo, el mundo entero lo acepta también”
Lao-Tzu
Miedos
Otro punto importante a tratar es el tema de los miedos. Vivimos con mucho miedo, o al menos en mi caso ha sido un punto importante durante muchos años de mi vida, condicionado totalmente mi comportamiento y mis decisiones.
Todo lo hacía enfocado al miedo, todo era para reducir el dolor, buscar la mayor seguridad posible, mantener el máximo control de la situación, evitar sentir cualquier sensación mínimamente desagradable. Siempre atento al peligro que pudiera venir, evitaba la incertidumbre, evitaba las situaciones que me podrían causar vergüenza, rechazo o ansiedad.
Miedo al rechazo.
Lo considero como algo generalizado en todo ser humano aunque afecta más a unos que a otros. La mayoría de las cosas que hacemos es para sentirnos amados y aceptados y el rechazo nos despoja de un plumazo de ambas. Eso es horrible para esa imagen insegura y asustada que tienes de ti ¿no?
Pero, ¿qué es lo que realmente están rechazando los demás? Desde mi punto de vista, los demás rechazan la imagen que se han hecho de ti, que es diferente de la imagen que tienes de ti mismo/a y que es muy diferente de lo que realmente eres.
Más aún, es posible que únicamente rechacen una pequeña parte de esa imagen tuya, o que lo hayan hecho precipitadamente sin toda la información, o únicamente tenían un mal día con un estado de ánimo negativo y este empañaba todo lo que veía, o puede que tuvieran una idea de lo que querían en un momento dado y que era diferente de la idea que se hicieron de ti. Así que tanto miedo a qué, ¿a algo que no tiene nada que ver contigo?
Ideas que pueden ser útiles para liberarte de este miedo.
Vive más centrado/a en todo ese potencial interior que realmente eres y no te preocupes demasiado por la opinión que puedan tener de esa imagen de ti los demás.
Haz que te sea difícil sentirte rechazado. Por ejemplo, si para sentirte rechazado/a basta que una persona no aprecie algún aspecto de ti pues te será muy fácil sentirte rechazado/a. Ya que habrá personas que no les gustarás hagas lo que hagas.
¿Puedes aceptarlo?
Pero si en cambio para sentirte rechazado/a necesitas que todo el mundo a tu alrededor lo haga durante todo el tiempo y en todos los aspectos, pues nunca lo sentirás. Porque igualmente, habrá personas que le gustarás hagas lo que hagas. En todos los casos esta opinión tiene que ver más con ellos que contigo.
¿Cómo te sentirías si no tuvieras ese miedo y preocupación a ser rechazado? ¿Qué ha aportado a tu vida este miedo? Haz una lista de las situaciones pasadas en la que te sentiste rechazada/o y trata de recordar cuál fue el motivo.
El miedo a la crítica.
Estetipo de miedo también agrede a la imagen que tienes de ti. Te limita, te impide vivir como quieres, ser natural, espontáneo/a, mostrarnos libremente y expresar todo lo que llevas dentro.
Ahí aparecen después las frustraciones e insatisfacciones vitales. Si puedes desligarte un poco de esa imagen y de las posibles críticas que hacen de ellas podrás vivir más ligero/a y libre. Además, la mayoría de esas críticas son a aspecto no desarrollados de las personas que critican y no a ti mismo/a. Simplemente haces de espejo.
Somos los peores críticos con nosotros mismos así que realmente nadie suele ser tan duro contigo como lo eres tú mismo/a. Lo que ocurre es que muchas veces esas críticas y esos juicios tan negativos los proyectamos en los demás y creemos que los demás piensan así aunque lo haces tú.
Te dejo unas ideas para reflexionar.
Imagina cómo te sentirías y cómo sería tu vida si no dieras tanta importancia al juicio de los demás y si no lo tomaras como algo personal. ¿Qué cosas te atreverías a hacer?
Rebaja tu autocrítica y aumenta tu aceptación y compasión por ti mismo/a y verás como se reducirá el miedo del juicio de los otros.
Enfócate en todo lo bueno que haces y en todo el potencial que hay dentro de tí dispuesto a salir si tú le dejas.
Dificulta el poder sentirte criticado. Por ejemplo “Sólo me sentiré criticado si todo el mundo lo hace durante todo el tiempo y nadie dice nunca nada bueno de mí”.
Acepta complemente todos tus límites y el punto de desarrollo en que te encuentras. Asume tu imperfección con humildad.
Pierde el miedo a sentir emociones negativas. Siente las sensaciones que se producen en tu cuerpo, no te dejes arrastrar por ese diálogo negativo que también se activará en tu cabeza. Enfócate en el cuerpo. Tarde o temprano esas sensaciones disminuirán. Y comprobarás que tampoco ha sido para tanto.
¿Cuántas oportunidades has perdido por el miedo a la crítica?
Miedo al fracaso.
Viene asociado también al juicio de los demás que te vean como alguien incompetente. Y por lo tanto preferimos muchas veces no hacer nada o arriesgarte lo mínimo posible antes de enfrentarte a un reto de resultado incierto.
Aunque podríamos decir que no existe el fracaso siempre que se aprenda algo de ello en mi opinión lo más cerca que podemos estar al fracaso es si sucumbimos al miedo y no somos nosotros mismos.
Algunas ideas para reflexionar con relación a este miedo.
Imagina que pasaría si supieras que en cada reto no estuviera tu valía en juego, si supieras que ya eres valioso por ti mismo/a sin conseguir nada y que esos retos son oportunidades para desarrollarte durante la ejecución más allá del resultado. ¿Qué te atreverías a hacer?
Imagina que pasaría si sintieras la confianza y fuerza interior para disfrutar de cualquier reto y proyecto, y tomarlo como una oportunidad de crecer y desarrollarte. ¿En qué situaciones te sientes con energía y confianza? ¿Y en cuáles no? ¿Cuál crees que es el motivo?
El éxito se produce al desarrollarte en el proceso independientemente del resultado final y de la opinión de los demás.
Todo fracaso es un aprendizaje que te ayudará en el futuro.
Todo fracaso te ayuda a desarrollar tu carácter y energía combativa. ¿Recuerdas algún fracaso que hayas tenido que después hayas comprobado que te ayudó a crecer?
El éxito es ser tú mismo/a y el fracaso tratar de ser otro/a. ¿Cómo te niegas en tu vida?
El miedo nos marca el camino de lo que debemos desarrollar. ¿Qué es lo que más temes hacer?
“Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros mismos”
Hermann Hesse.
Dificultad para emprender acciones
A muchos nos cuesta hacer cosas, posiblemente también te pase a ti. Esos cambios no son del agrado de nuestros cerebros que prefieren el estado conocido y rutinario donde gasta menos energía. También aparece el miedo al rechazo, a la crítica, a fracasar, la ansiedad, la incertidumbre y a simplemente mostrarte a los demás.
Tal vez empiezas a pensar en todo lo que puede ir mal, todo el dolor y el sacrificio que supondrá esa nueva actividad. Te saca de tu zona de confort y eso te genera angustia, dudas e incertidumbre.
Además si tienes poca confianza en ti y eres hipercrítico/a imaginas que el diálogo interior que se activará será una tortura difícil de soportar. Así que mejor no hacer nada.
”No eres lo suficientemente bueno/a, se reirán de ti, verán que eres un/a inútil”, y cosas por el estilo.
Añade a eso que muchas veces no sabes qué es lo que realmente quieres, qué cosas te harán sentir bien y realizado. Con todo esto la parálisis está asegurada ¿no?
Ideas para reflexionar.
Si puedes aumentar tu confianza y valoración en ti mismos/a. Si te sientes fuerte y competente será más fácil afrontar lo nuevo.
Si el miedo a la crítica, al rechazo y al fracaso no te paraliza, te ayudará a arriesgarte y a afrontar nuevos retos. Pierde el miedo a sentir esas emociones.
Si te conoces bien y sabes definir exactamente tus deseos y necesidades tendrás más claro el objetivo, serás más concreto/a y te dará empuje.
Si te enfocas en todo lo bueno que esa nueva acción te puede reportar ya sea desarrollo y crecimiento personal, aprender cosas nuevas, conocer a gente interesante, más dinero, actividades más estimulantes, una vida más plena, también te ayudará a elevar tu compromiso y energía en la nueva labor.
Si eres capaz de visualizar cómo te sentirías si lograras esa meta que te has propuesto o realizando la nueva actividad. Sentir esa emoción, la manera en que reaccionará el cuerpo, también te ayudaría a motivarte ya que aunque sea mentalmente ya sabrían como te sentirías si lo logras y eso te daría un empujón.
Comprender que todo lo que te gustaría e interesa hacer te ayudará a desarrollar todo el potencial que hay en tu interior y que si no lo haces no lo podrás desarrollar ni descubrir de lo que eres capaz.
Resumiendo, podríamos decir que si te enfocas en la ganancia (hacer una lista estaría bien), en lo bueno que te puede aportar la nueva actividad es más fácil que la comiences y que la desarrolles adecuadamente que si te enfocas en todo lo malo que te puede traer.
Sí, parece obvio, y lo es, pero ya el hacerlo suele ser menos habitual, según mi experiencia. Pues solemos estar más motivados en evitar las pérdidas (o evitar la derrota, el sufrimiento, el fracaso, la crítica) que en conseguir los beneficios. Aunque podemos revertir la tendencia.
«La religión de todas las personas debería ser la de creer en sí mismos»
Jiddu Krishnamurti
Para finalizar, me gustaría que te imaginaras como sería tu vida si tuvieras una autoimagen muy positiva de ti mismo, si no tuvieras miedo al rechazo, a la crítica, y la opinión de los demás. Si disfrutaras emprendiendo acciones y haciendo cosas nuevas. Si supieras que es lo que necesitas y deseas realmente. Si vivieras enfocado en todo lo bueno que hay en tí y en tu vida.
¿Cómo crees que cambiaría tu vida?
¿Crees que habría mayor plenitud y alegría?
¿Crees que merecería la pena el esfuerzo y trabajar en ello?
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