La timidez es la desconfianza del amor propio, que deseando agradar teme no conseguirlo.
Molière
¿Piensas que los demás siempre te están observando y juzgando negativamente?
¿Sientes inseguridad, ansiedad o miedo en algunas situaciones sociales a ser rechazado/a, humillado/a o juzgado/a negativamente?
¿Sientes vergüenza por ti mismo/a, por tu familia, por tu condición social o por tu aspecto físico?
¿Sientes que estás siempre a la defensiva y tenso/a cuando estás con otras personas?
¿Crees que estás en el mundo para esconderte?
¿Crees que tu singularidad está para ser mostrada o para ser ocultada?
Si te sientes poco valioso/a, incompetente o indigno de ser amado/a o aceptado/a puede que pienses que los demás también piensan lo mismo de ti. Eso te hace sentirte ansioso/a cuando estás con otras personas porque crees que te criticarán y rechazarán. Debido a este malestar es posible que en muchas ocasiones evites a los demás para evitar estas sensaciones tan desagradables.
Índice de contenido
Pero, ¿qué puede causar esta timidez o miedo a la mirada de los demás?
Déficit de autovaloración. Baja autoestima. Te consideras muy imperfecto/a y tienes miedo que los demás vean tus imperfecciones e incapacidades y te critique y rechacen por ello. Tienes miedo a mostrarte por lo que tratas de no exponerte ni de llamar la atención. Quiere evitar a toda costa el ser juzgado/a, pues estás seguro/a que este juicio será negativo.
Crees que algo anda mal en ti, que eres imperfecto/a, incompetente, que no eres suficiente, que no eres digno/a de ser amado/a y respetado/a. Al ser tan crítico/a contigo mismo/a piensas que los demás lo serán también y tratas de evitarlo con un perfeccionismo obsesivo o con la evitación.
Perfeccionismo: Si estás obsesionado con la acción perfecta, te sueles marca un nivel de exigencia poco realista, te fijas más en los errores que los aciertos, tienes miedo a cometer errores, vives con la sensación de que nunca es suficiente. Y como es difícil estar a la altura de esas expectativas pues siempre tendrás motivos para reprenderte. Todas estas conductas están relacionadas con evitar ser criticado/a y con el dolor que conlleva.
Heridas emocionales. Muy posiblemente, sentiste algún tipo rechazo, abandono o humillación en el pasado. Ese dolor aún lo llevas dentro y situaciones presentes pueden hacer que se movilicen dichas heridas y te hagan sufrir. Te pudiste sentir injustamente tratado/a o traicionado/a y ahora desconfías de los demás y tratas de esconderte de ellos. Cualquier pequeño gesto lo puedes interpretar como de rechazo y crítica a tu persona por lo que ese dolor vuelve a surgir.
Actitud autocrítica. Puede que tengas una autoexigencia desmesurada y no toleras fallar ni ser criticado/a. Crees que la crítica te hace ser menos valioso/a y que serás rechazado/a por ello. No te importa todos los elogios que te puedan realizar porque si hay una crítica te sientes un/a fracasado/a.
Dificultad para aceptar tus errores e imperfecciones y las críticas de los demás. Determinas tu valía en función de un ideal imposible y de la valoración de los demás. Dependes de los demás para considerarte alguien digno/a. Por lo que te aterra que te puedan valorar negativamente. Pones tu valía como ser humano en cada cosa que haces y en cada juicio que te realizan.
Buscas tu valoración a través de la mirada de los demás. Dependes de la opinión ajena. Te consideras poco valioso/a. Buscas la aprobación ajena, pero no crees que lo harán si te ven tal cual eres. Así que te escondes o te esfuerzas por dar una imagen impecable. Algo que es difícil de mantener y te reprendes ante cualquier error. Esto hace que disminuya tu autoestima.
Sentimiento de inferioridad, de ser inadecuado, de no estar a la altura. Te comparas con los demás y te sientes inferior. Crees que los demás son mejores, tienen más confianza y saben relacionarse mejor con los demás. De ahí que cada vez te inhibes más, no quieres mostrarte torpe al relacionarte. No quieres que te vean nervioso o sin saber que decir y eso hace que tu ansiedad y bloqueo aumente.
Sentimiento de vergüenza de ti mismo/a, de tu biografía, de tu familia, clase social o aspecto físico. Tienes una idea de como tendría que ser la persona valiosa y al ver que no llegas te avergüenzas. Quieres evitar a toda costa ser criticado y como ves tantas cosas potencialmente criticables en tu vida, te avergüenzas. Tratas de ocultarlo. Pero al rechazarte a ti mismo/a, al considerar que tu situación o tu mismo/a no sois dignos, te avergüenzas aún más.
Rechazo de aspectos que no te gustan de ti o de tu situación de vida. Tienes miedo del rechazo de los demás, pero eres tu mismo/a el/la que se rechaza antes. Tu comparación constante con los demás o con alguna imagen idealizada de ti mismo/a provoca la falta de valoración. Y como no te aceptas como eres te rechazas. Y crees que los demás serán igual de exigentes que tú y también te rechazarán.
Fijación en lo que no tienes o no eres. Al enfocarte en lo que te falta te impide ver lo que ya tienes, valorarlo y apreciarlo. Y con esto disminuye tu autoestima. Si solo ves tu supuesto déficit te verás como una persona deficiente y con miedo a que los demás también lo descubran.
La causa más frecuente de la timidez es una opinión excesiva de nuestra propia importancia.
Samuel Johnson
Narcisismo/egocentrismo. Piensas que todo el mundo te está observando y están juzgando cada palabra y cada gesto que haces cuando lo más lógico es que no te presten demasiada atención pues estarán enfrascados en sus propios conflictos y miedos.
Tendencia a compararte con los demás como medida de tu propio valor. Si no confías en tu criterio dependerás de los demás para determinar tu valía. Y si en tu comparación solo ves lo bueno de los demás y lo malo que hay en ti pues siempre saldrás perdiendo.
Miedo a sentir. Crees que sufrirás mucho y que no podrás soportarlo. Así evitas el contacto con los demás. No quieres exponerte porque no deseas ser rechazado/a y avergonzado/a. Crees que sufrirás mucho si lo hacen y prefieres esconderte y evitar ese dolor seguro.
Miedo a la autoexposición y al juicio de los demás. Como crees que eres defectuoso/a piensas que si te comportas espontáneamente los demás te verán como eres y te rechazarán confirmando la idea que tienes de ti.
No te preocuparías tanto por lo que otros piensan de ti, si te dieses cuenta de lo poco que lo hacen.
Eleanor Roosevelt
Desconfianza del mundo y del ser humano. Piensas que los seres humanos son duros y crueles y se reirán de ti si te conocen. Piensas que tienen muchos motivos para ello así que prefieres no dárselos. Percibes peligros por todas parte y surge miedo y ansiedad.
Lectura de mente. Crees que sabes lo que los demás piensan de ti. Estás seguro que te criticarán y rechazarán y que es “lógico” al ser como eres.
Adivinación del porvenir. Presupones con antelación y sin pruebas objetivas que no les gustarás a los demás así que prefieres no acercarte a ellos y corroborarlo. Pues sería muy doloroso constatarlo.
Magnificación de la situación. Piensas que si los demás te critican y rechazan sufrirás mucho y no podrás superarlo. Que si no eres impecable en todo lo que haces no mereces el amor y la aceptación de los demás y con “razón”.
Sentimiento de no merecimiento. Te consideras alguien con poca valía así que no te crees merecer que te pasen cosas buenas ni que los demás te respeten ni acepten. Presupones que la opinión sobre ti será negativa.
No reconoces tus necesidades. Piensas que tus necesidades no son importantes. Así que tratas de acomodarte a lo que quieren los demás para no llamar la atención. También tienes miedo de sugerir y dar tu opinión y que esta sea rechazada y ridiculizada. Tu criterio y opinión no son importantes. Tienes una sensación de que importas poco.
Evitas ser rechazado más que tratas de ser alabado. Atenuar el fracaso y el castigo. Tu prioridad siempre es no sentirte mal. Así que no te atreves a hacer cosas. Buscas el mínimo riesgo posible. Tratas de ir sobre seguro.
Rigidez de expectativas. Crees que “deberías” siempre comportarte de manera impecable. (Para evitar así las críticas). Tu objetivo principal es el no ser rechazado ni criticado así que piensas que si eres perfecto e impecable en todo lo que haces no darás motivo para ello. Pero claro, cuando te equivocas o no haces lo que crees que “deberías” hacer eres hipercrítico contigo mismo/a y te reprochas el no haberlo hecho mejor. Eso te hace vivir en tensión e insatisfacción constante.
Consecuencias
A los tímidos y a los indecisos todo les resulta imposible, porque así se lo parece.
Walter Scott
Sufres de ansiedad y preocupación crónica por la mirada del otro. Vives tratando de detectar señales de desaprobación en los demás. Y en muchas ocasiones ves donde no hay.
Miedo a los demás pues crees que te juzgarán negativamente. Estás imaginando constantemente todo lo malo que los demás estarán pensando de ti. Lo peor de todo es, que en muchos casos, le das la razón.
Evitación y retraimiento. Debido al miedo del juicio de los demás y de la ansiedad que te genera tiendes a separarte del mundo. Evitando así sus miradas y creyendo que solo estás mejor. Lo que ocurre es que tarde o temprano todo esto desembocará en la soledad. Dejarás de comunicarte con los demás.
Distanciamiento emocional. Pones distancia con los demás para que no se acerquen y te conozcan. Así no podrán juzgarte y rechazarte. Pero así pierde conexión con los demás. Entumeces tu sensibilidad para no sufrir.
Tendencia a la huida y al aislamiento. Prefieres evitar los contactos sociales pues te generan ansiedad ante la posibilidad de ser criticado y avergonzado. Sientes que no gustas y que eres invisible. No quieres sentir la ansiedad de estar con otros así que prefieres no tener contacto con otras personas. O solo te reúnes con los muy cercanos y con los que te sientes más seguro. Pierdes la oportunidad de conocer a gente nueva e interesante. Así como que otros te puedan conocer.
Soledad. Es muy probable que te sientas solo/a. Si te da miedo de los demás, si evitas las interacciones, si te pones tenso/a con otros no es difícil imaginar que irás perdiendo el contacto con las demás personas y que lleves una vida solitaria. Que es dura si no es elegida. Es curioso, pero consigues lo que tratas de evita. Quieres evitar el juicio negativo de los demás y que te conozcan para que no te rechacen y es lo que consigues, soledad.
Actitud autodefensiva. Como crees que los demás te criticarán y tratarán de ridiculizarte estás tenso y atento a cualquier señal de desaprobación. Y cuando detectas cualquier gesto te escondes o tratas de ganarte su aprobación a toda costa. No vives relajado y te resultará difícil disfrutar de la vida.
Parálisis y postergación de la acción. Como piensas que eres alguien defectuoso/a, poco valioso/a e incompetente crees que no podrás lograr lo que te gustaría conseguir. Y que si fracasas los demás te criticarán y rechazarán. Por lo que te resulta difícil emprender alguna acción o proyecto. Prefieres no hacer nada a hacer algo y ser criticado por ello. Esta actitud te hace difícil crecer y aprender con los errores, hacer cosas que te interesa y vivir una vida rica. Dejarás pasar muchas oportunidades por no sentirte capaz ni arriesgarte al juicio negativo del otro.
Déficit de autoafirmación. Te sientes poco valioso y menos aún si te comparas con los demás. Así que desconfía de tu criterio y opiniones y te dejas arrastrar por la de los demás pues te da miedo a llevar la contraria y que te critiquen por ello. No tienes en cuenta tus necesidades ni deseos pues consideras que no son importante. En cada una de esta renuncia estás perdiendo la oportunidad de ser tu mismo/a.
Miedo a exponerte y mostrarte a los demás. Al pensar que eres alguien poco valioso/a y defectuoso/a tratas de no llamar la atención de sus miradas para que los demás no te vean y te critiquen “justamente”. Pierdes oportunidades de vivir de manera auténtica.
Fuerte autocrítica que te puede paralizar al no creerte nunca a la altura. Al tener un mal concepto de ti mismo/a crees que con la crítica feroz podrás mejorar, volverte impecable en todo y así evitar la críticas de los demás. Pero lo que consigues es un gran bloqueo en tu vida pues nunca será suficiente.
Baja autoestima y autoconfianza. Al no considerarte alguien valioso no emprendes acciones ni te marcas objetivos que podrían hacerte mejorar tu autoconcepto. Por lo que sigues igual.
Evitación de protagonismo y la atención. Evitando así muchas oportunidades para hacer cosas y mostrar todo lo bueno que hay en tu interior. Tu objetivo es evitar la crítica a toda costa.
Hipersensible. Muy sensible a la crítica. Cuando tu sentimiento de valía está supeditado por la opinión del otro te vuelves muy dependiente y sensible a ella. Estás atento/a al más mínimo signo de desaprobación y si este llega o crees verlo te lo tomas muy duramente. Pues en cada juicio ajeno está en juego tu valía como ser humano. Cada pequeño gesto que te imagines negativo, te afecta.
Falta de autenticidad en tu vida. No puedes expresarte espontáneamente y vivir de manera natural y relajada. Cuando te enfocas en agradar a toda costa, en no ser criticado y tienes una mala opinión de ti mismo/a tratas de no ser tu mismo/a. Piensas que si eres espontáneo/a y natural en tu conducta los demás verán lo imperfecto/a que eres. Así que tratas de controlar todo lo que dices y haces para dar una imagen lo más “impecable” posible; pero encorsetada y artificial.
Dificultad para concentrarse en lo que estás haciendo al 100% pues te es difícil dejar de observarte y evaluarte. Sueles estar más atento a la imagen que estás proyectando y lo que los demás estarán pensando de ti que de lo que estás haciendo. Así que lo que haces pierde calidad. Siendo una prueba más de tu supuesta incapacidad.
Tu timidez te traerá más pérdidas emocionales y materiales que todos tus otros atributos negativos.
Amit Kalantri
Pierdes muchas oportunidades. Tratas de ser invisible en tu trabajo. No quieres que se fijen en ti para no arriesgarte a ser criticado. No quiere hacer cosas por miedo a equivocarte y ser criticado. No tomas la iniciativa ni te arriesgas.
Siempre estás diciendo que no le gustas a la gente, pero a la gente no puede gustarle algo que no está ahí.
Cath Crowley
No te atreves a hablar con personas desconocidas por miedo al rechazo. Si alguien te gusta no te sueles atrever a hablar con el/la pues piensas que no estarás a su altura, que cuando te conozca un poco verá todo lo inadecuado/a que eres y sentirás vergüenza por tu situación de vida, alguna parte de tu cuerpo o tu persona mismo.
Interpretas y ves peligros por todas partes. Buscas señales en los demás de desaprobación hacia ti para corroborar lo que piensas tu de ti mismo/a. También si consigues darte cuenta pronto de que no gustas intentarás evitar ese juicio modificando la conducta o huyendo. Tu atención siempre estará buscando lo negativo y eso te impedirá ver todo lo bueno que hay y todo el aprecio que los demás quieren ofrecerte. Tu vida no será muy divertida.
Obsesión con no cometer errores y dar siempre buena impresión. Eso te impedirá vivir de una manera más relajada disfrutando de la vida y apreciando todo lo bueno que hay en ella. En tu mente solo hay espacio para analizar y evaluar tu comportamiento al más mínimo detalle y detectar fallos y más fallos.
Piensas que las consecuencias por tus errores serán terribles lo que te provoca un estado de ansiedad permanente. La rumiación es constante en tu cabeza y la preocupación también. Imaginando consecuencias catastróficas de tus comportamientos y errores.
No te atreves a ir por lo que quieres porque estás seguro que no lo conseguirás, fracasarás y te criticarán. Y tendrás una prueba más de tu incapacidad e incompetencia. Nunca irás por nada que te interese y te conformarás con sucedáneos que consideres que sí están a tu alcance. Esto te producirá insatisfacción y frustración crónica con tu vida.
Soluciones/sugerencias
Yo era la mayor tímida jamás inventada, pero tenía un león dentro de mí que no se callaba.
Ingrid Bergman
Acéptate como eres, con tus límites y errores. Eres un ser humano repleto/a de cualidades y de limitaciones, como todos. Solo detectando errores podrás corregirlos. Y solo cometiéndolos podrás aprender y desarrollarte. Mirando y aceptando tus bloqueos podrás superarlos. ¿De qué errores en el pasado aprendiste más?
No pongas el valor de tu ser en la imagen que tienes de ti ni en la que los demás ven. No pongas tu valía en tus posesiones, conductas y logros. Ni en la aprobación ajena. Ponla en lo que solo dependa de ti. Aprecia y valora todo lo bueno que hay en ti, sin comparar. ¿Qué es lo que más te gusta de ti?
Asume que nunca vas a gustar a todos y que siempre habrá gente que te criticará. Acepta ese rechazo del otro sin que condicione tu vida. A ti tampoco te gusta todo el mundo ¿verdad? El no gustar no te hace peor persona. Aprende lo que puedas de esos rechazos. Puedes preferir ser aceptado, pero no necesitarlo. Pues eso te convertirá en un/a esclavo/a. ¿Crees que puedes forzar a los demás a que les gustes? ¿Y tu puedes forzarte a que te guste algo? ¿Lo hace eso peor?
Modifica el valor que le das al juicio y a la crítica de los demás. ¿Es tan terrible que no les gustes a algunas personas? ¿En qué te afecta a nivel práctico? ¿Esa persona realmente te conoce para juzgar? ¿Es alguien importante para ti? ¿Por qué piensas que la opinión de los demás es la verdadera? ¿Puede que sus juicios sean sesgados, precipitados, superficiales o incorrectos como son en muchas ocasiones los tuyos? ¿Es posible que lo que juzguen y critiquen sea una imagen que se han hecho de ti en sus mentes y que esta nada tiene que ver contigo? No eres responsable de la imagen que los demás se hacen de ti. Así que para qué preocuparte.
Deja de obsesionarte con la acción perfecta y ser impecable en todo momento pues te producirá un enorme desgaste y puede que los demás ni lo adviertan. Además perderás fluidez y naturalidad en tu vida. La autenticidad y espontaneidad sí se trasmite y conecta más con los demás que esas acciones medidas, rígidas e impostadas. Asume que no puedes actuar de manera perfecta en cada situación. Asume que cometerás errores y que a veces no gustarás. Y comprueba que las consecuencias no serán catastróficas. ¿Qué error cometiste en el pasado cuyas consecuencias no fueron tan desastrosas como pensaste?
La peor crítica es la autocrítica. Deja de ser tan duro contigo mismo/a. Asume que eres un ser imperfecto como lo somos todos y que no hay que tratar de taparlo o luchar contra ello sino tomar conciencia. Si empiezas a tener una imagen más positiva de ti, a cuidarte y respetarte verás como la opinión de los demás va perdiendo fuerza. Además si te vuelves más compasivo con tus límites también lo harás con los límites de los demás. Y si te vuelves menos crítico y exigentes contigo mismo/a también creerás que los demás lo son menos contigo. Utiliza tus límites como fuente de motivación y energía no de vergüenza. ¿Qué límite te gustaría superar?
El camino para superar la timidez es llegar a estar tan envuelto en algo que uno se olvida de tener miedo.
Claudia Lady Bird Johnson
Enfócate en lo que haces. Dejar de estar observándote y vigilándote constantemente. Libera esa parte de atención de ti y llévala a lo que estás haciendo. Te podrás concentrar mejor y ser más eficiente. No te obsesiones con la imagen que estás proyectando a los demás pues eres mucho más de lo que piensas que eres. ¿En que actividad eres capaz de concentrarte plenamente y perder la noción del tiempo y de tu alrededor?
No te creas todos tus pensamientos. Eres malo/a pronosticando. Todo lo malo que imaginas que va a pasar es muy probable que no pase. Las personas no son tan críticas contigo como tú lo eres contigo mismo/a. Además, lo más habitual es que ni te presten atención pues estarán enredados en sus propios conflictos internos. Ve comprobando que pensamientos se confirman con la realidad. Muchos de ellos son generalización, presunciones y pronósticos, no la verdad. ¿Cuál fue la última cosa de la que te preocupaste y después no resultó ser para tanto?
No seas demasiado tímido y aprensivo por tus acciones. La vida es una experiencia.
Ralph Waldo Emerson
Rétate y encara situaciones que te produzcan ansiedad. Ve poco a poco. Empieza con situaciones que solo te producen un poco de ansiedad. Ve probándote y experimenta tus sensaciones en las situaciones. Verifica si es tan malo como creías en un principio. Conforme te vayas encontrando más confiado/a ve afrontando situaciones cada vez más retadoras. Comprobarás que lo que sueles pensar y presuponer no suele ser verdad. Atrévete a hacer cada día algo nuevo. Te encontrarás con más rechazos, pero también con más triunfos. En tu mano está, ¿Qué prefieres 0 fracasos y 0 éxitos, o 8 fracasos y 2 éxito?
Trata de que esas exposiciones estén bajo control, que sean prolongadas, frecuentes, no huyas del temor ni de las sensaciones desagradables, trata siempre de avanzar, no esperes que tus conductas sean perfectas, acepta tu nerviosismo y no intentes cosas muy difíciles. Dirige tus acciones a situaciones que te den miedo: hablar con un desconocido, dar una opinión contraria al grupo, comportante espontáneamente en alguna situación, arriesgarte a hacer algo, hacer el ridículo a propósito. Ve poco a poco, pero ve. ¿Crees que estás en este mundo para estar escondido/a?
Detecta que heridas emocionales se han activado en una determinada situación. Toma conciencia que dolor hay detrás de tus reacciones. Siente la emoción no la rehúyas. Percibe que sensaciones aparecen en tu cuerpo y pon atención a ellas. No dejes que el diálogo interior secuestre tu atención. Enfócate en las sensaciones del cuerpo y comprueba como estas tenderán a desvanecerse. ¿Qué herida es la que más se activa en tu vida? ¿Rechazo, abandono, humillación, traición…?
En resumen:
En cada situación que se te presenta en la vida, en cada instante tienes la oportunidad de ser auténtico/a o no serlo, de ser espontáneo/a o ser rígido/a, de afirmarte o negarte, de atreverte y avanzar o de retroceder, de encarar tus miedos o de rehuirlos, de vivir coherentemente o de manera falsa, de expresar todo lo que llevas dentro o de no hacerlo, de ser libre o de ser esclavo/a del juicio ajeno. ¿Qué tipo de persona es la que prefieres ser?
No puede ser que estemos aquí para no poder ser.
Julio Cortázar
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